Nuria Varela: “La nueva política al feminismo se le queda muy vieja”

Entrevista de Sara Riveiro, de Salseos históricos, para A Contracorriente Magazine.


Nuria Varela es una escritora y periodista asturiana que se ha especializado en la que ahora es su principal temática a través de los másters de Estudios interdisciplinares de género y Género y políticas de igualdad entre mujeres y hombres de la Universidad Rey Juan Carlos. Ha trabajado para diversos medios como el semanario Tiempo y ha cubierto como reportera guerras como la de Irak o la de Bosnia. En 2002 publica su primer libro con temática de género Íbamos a ser reinas, en el que analiza la violencia ejercida contra las mujeres, y tan solo tres años después escribe Feminismo para principiantes, uno de los libros sobre feminismo más vendidos y que mayor repercusión han tenido en España. También participó en la política como asesora del primer y último Ministerio de Igualdad desde el año 2008 al 2011, llevando a cabo proyectos de tal magnitud como la actual Ley del aborto. En la actualidad trabaja como redactora en La Marea y como tertuliana en La Ser.

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(fuente: @NuriaVarela)

Muchas autoras hablan del momento en el que te pones las gafas violetas y empiezas a darte cuenta del machismo que te rodea, ¿qué hizo que te empezaras a formar sobre género?

Esa es difícil… No sabría decirte un momento concreto, creo que fue un proceso. Como periodista veía que todo lo que hacíamos tenía algo parcial, no estábamos contando toda la realidad, había parte que se nos quedaba fuera, y me di cuenta de que lo que nos faltaban eran las mujeres. En los relatos no teníamos cifras desagregadas, hablábamos de la realidad de una manera sesgada. A veces incluso eran medias verdades o medias mentiras, porque cuando hablamos por ejemplo de empleo o paro y no desagregamos los datos a lo mejor estábamos diciendo que estaba mejorando la economía pero realmente el paro en las mujeres era altísimo.

Fue un proceso, a partir de darme cuenta en lo profesional de que el relato que estábamos construyendo era parcial empecé a trabajarlo. Militar, he militado desde siempre, no tengo conciencia de cuando empecé, siempre estuve en un proceso de darme cuenta de que estaba en un mundo incompleto en el que faltaba la mitad. Luego ya de manera más formal empecé cuando yo llevaba un tiempo escribiendo reportajes sobre violencia de género cuando me pidieron el primer libro, hablando más a fondo sobre ese tema, ya que por entonces apenas había. Me pareció un proyecto muy bonito y me puse a ello, y yo siempre digo que escribiendo se aprende mucho porque hay que documentar. Ahí empezó la parte de formación. Hay tres momentos: cuando pones la mirada y te das cuenta, cuando empiezas a comprometerte (la militancia, los grupos de reflexión, etc…) y el paso siguiente es entrar profesionalmente y formarte

En ocasiones has dicho que veías una especie de retroceso en el feminismo o en la figura de las mujeres en la sociedad con respecto a otras épocas, quería preguntarte: ¿en que hemos retrocedido o más bien en que ha avanzado el machismo comparado con tal vez cuando tú eras más joven?, ¿cuál es el cambio en la sociedad?, ¿hemos ido nosotras para atrás o han encontrado ellos nuevas formas de avanzar?

Históricamente, en los tres siglos de feminismo que tenemos ya, cada vez que ha habido un avance importante en los derechos de las mujeres, derecho al voto, etc, ha habido una fuerte reacción patriarcal, y yo creo que es en lo que estamos en este momento. En España hemos tenido un feminismo tremendamente activo porque había muchas cosas que hacer en la Transición, una generación que puede ser la mía, muy militante, porque estábamos empujadas por nuestras madres, que habían vivido el franquismo y no querían eso para nosotras, para sus hijas, entramos en masa a la universidad. Hay una generación muy concienciada de la necesidad de conseguir derechos, que promueve muchos cambios legislativos, y ha habido unos años en los que efectivamente avanzamos mucho en legislación y cambiamos las cosas.

Eso se paró, y el momento clave es la desaparición del Ministerio de Igualdad, ya que con el Ministerio empezaron a levantarse muchas voces muy patriarcales y muy conservadoras contra ese avance de derechos y desde ahí lo que estamos viviendo es una potentísima reacción patriarcal en la que lo que vemos es un machismo sin complejos muy violento. La violencia contra las mujeres está aumentando muchísimo, tanto verbal como sexual como simbólica como física. Tenemos ahora mismo más de setecientas menores de edad protegidas por la policía y tenemos mucha violencia en las parejas más jóvenes, pero tenemos también mucha violencia en las redes sociales, verbal y simbólica. Vemos también que el número de asesinatos no para, y además de eso hay en la otra parte una misoginia, un machismo mucho más sutil, no tan evidente, y ese es más peligroso porque es más difícil de desenmascarar. No es el machismo este agresivo y directo  sino que además de ese hay un machismo mucho más sutil, por ejemplo , todos estos discursos que se están generando en los medios de comunicación de «bueno, ya estamos en igualdad», o por ejemplo la cultura de la violación.

En este país tenemos una denuncia por violación cada ocho horas y frente a eso hay un discurso de minimizar la violencia sexual, de culpabilizar a las mujeres por cómo se visten, a dónde van, qué hacen, y de exonerar a los violadores, a los maltratadores, a los violentos. Además hay un fuerte retroceso en lo que es la política pública, el gobierno de Mariano Rajoy aparte de recortar en todos los presupuestos ha desarticulado prácticamente casi todos los mecanismos de igualdad que teníamos, se ha cargado hasta el Instituto de la Mujer. Es una reacción en muchos frentes, y dentro del sutil hay una reacción patriarcal muy fuerte en la cultura y especialmente dentro de los medios de comunicación, los discursos son muy machistas.

¿ Tendrá España algún día otro ministerio de igualdad?, ¿sabrá apreciarlo?

Yo espero que sí, que lo tenga porque es absolutamente necesario y espero que hayamos aprendido de lo importante que es. Espero que sí, confío en que sí, yo a veces pienso que lo hicimos tan bien que por eso duramos tan poco, parecía que realmente se podían cambiar las cosas. Lo que hicimos allí esta, por ejemplo la reforma de la Ley del Aborto, que fue de lo poco que pudimos hacer, ahí esta, y cuando vino el ministro Gallardón y la quiso tumbar y llevarnos a una España en blanco y negro la sociedad entera salió a defenderla. La perspectiva del tiempo demostrará la importancia de avanzar en igualdad y tener un organismo que se preocupe de avanzar en igualdad.

¿Ves con los nuevos partidos que han surgido tras el 15M una mayor perspectiva de género o es tan solo propaganda?, ¿crees que esa preocupación se refleja en sus programas?

Lo veo horrible, la «nueva política» como se denominaron estos partidos al feminismo se le queda muy vieja. Son bastante distintos uno y otro, Ciudadanos es el partido del neomachismo, toda su política, todo su programa y todo su discurso es beligerante contra los derechos de las mujeres, es un machismo mucho más sutil, pero es el partido más ciego al género y más dañino para las mujeres, no es nueva política es muy viejo

¿Tiene esto relación con su análisis neoliberal de la sociedad? Por ejemplo un gran escándalo fue cuando propusieron quitar el agravante de género y dejar de financiar políticas sociales.

-Son ambas cosas, machismo y neoliberalismo. El neoliberalismo lo puedes ver en su defensa de la regulación de la prostitución, cruce de machismo y neoliberalismo puro, o la defensa de los vientres de alquiler, si todo se compra y se vende también las mujeres se compran se venden y se alquilan.  Después además su postura frente a la violencia de género es machismo puro, es un discurso negacionista frente al patriarcado y frente a la violencia. Ciudadanos se hizo eco de todas las organizaciones de supuestos hombres maltratados de este país. Negar el patriarcado y la violencia de género con ochenta y noventa mujeres asesinadas todos los años es una vergüenza.

¿Y Podemos?

¡Podemos no es Ciudadanos, eh!, Es la vieja izquierda, por eso decimos que a las feministas se nos quedan muy lejos, es la vieja izquierda muy ciega al género. Es una estructura completamente jerárquica, muy patriarcal, donde el discurso y la voz de las mujeres queda muy difuminado a pesar de tener a muchas feministas en sus filas. Sobre todo cuando nace es un partido con líderes masculinos potentísimos donde no solo no hay una agenda feminista real sino que parece que en sus discursos no existen las mujeres.

Sin ser desde luego neoliberales a nivel político ni económico, Podemos sí tiene algunos debates internos dentro de su ámbito feminista en el que hay grandes defensoras de la prostitución o la pornografía, hablando del empoderamiento y cuestionando que lo personal sea lo político.

Los debates llegan al mismo sitio pero desde otros caminos, hay posturas similares a las de Ciudadanos, pero no llegan desde el machismo sino que llegan desde el que es ahora mismo el debate interno dentro del propio feminismo, si todo lo que llamamos posfeminismo o teoría queer, realmente forma parte del feminismo o son teorías de la identidad que de vez en cuando chocan con los planteamientos mas radicales del mismo. Llegan al mismo lugar por derroteros muy distintos, no llegan por la defensa del neoliberalismo sino por la defensa de la identidad frente a un planteamiento político, que es el debate actual, el feminismo como proyecto político frente a un feminismo más preocupado por la identidad que por el proyecto, con lo cual lo que se pone en duda es si estos últimos son proyectos emancipadores para todas las mujeres.

¿Cuál es tu perspectiva con respecto a los cambios ideológicos entre las feministas de tu generación que siempre mencionas en tus libros, sobre todo en cansadas, y las nuevas generaciones feministas que están apareciendo ahora de chicas de entre quince y veinte años, muy ligadas a las redes sociales?, ¿en qué aspectos crees que se ha mejorado y en qué aspectos crees que se ha empeorado?

Yo no lo pondría en términos de mejor y peor, yo estoy muy animada con la nueva generación, creo que ya hemos visto varias olas de mujeres muy incorporadas al feminismo, hay una generación muy joven que yo la veo en todas partes, en las charlas, en presentaciones. La vimos muy clara en la última manifestación del Ocho de marzo. Hay desde luego una nueva generación de mujeres jóvenes, abiertamente feministas e incorporadas a la lucha militando, muy numerosa y que tiene mucha fuerza. No veo cambios generacionales en la ideología, creo que tenemos de todo, cada generación debe dar sus propias respuestas a lo que vive, y debe entrar en dialogo y discusión con las generaciones anteriores. Yo no creo que por ser de la misma generación sea homogéneo, veo a mujeres muy jóvenes militando en un feminismo político de cambio muy ligado a lo que puede ser mi generación, sin ninguna diferencia ideología, tal y como veo a mujeres dentro de ese otro posfeminismo planteando cosas que tienen mucho más que ver con la identidad.

Yo no creo que estemos en una cuarta ola, no creo que haya cambios de paradigma ni cambios en la situación ni cambios en el patriarcado relevantes. Es una generación que lo más positivo que le veo es que es muy numerosa y con mucha fuerza. Hay algo nuevo que sí me gusta y que creo que comparte toda la generación, que tiene mucho que ver con las redes sociales, se enfrentan al patriarcado con mucha frescura. Hay que desacreditar al patriarcado, y ellas lo hacen con el humor, son muy irrespetuosas con el patriarcado, y me parece lo mejor que tienen, esa forma de usar el humor, la sátira, todo lo que tienen a mano para desacreditar al patriarcado.

Hace ya doce años desde que salió Feminismo para Principiantes, ¿qué importancia crees que ha tenido dentro del feminismo?

Yo creo que ha sido útil, no sé si importante pero sí útil. Nace porque no había en esa época un libro así, es un libro que nace de la amistad, porque yo tenía muchas amigas que me preguntaban, ¿por dónde empiezo a formarme, a leer? Y yo siempre tenía muchas dudas, porque en ese momento no había muchos textos publicados en España y los que había venían del campo de la Filosofía, así que no era fáciles como puerta de entrada. Yo creo que Feminismo para Principiantes esa función la ha cumplido, y lo veo, sobre todo gracias ahora a las redes sociales, porque cuando yo lo escribí apenas había libros divulgativos de feminismo. Costaba mucho encontrar biografías de mujeres, costó mucho documentarlo, eso ahora no ocurre, ahora hay muchísimos libros por la calle y hay acceso a biografías de casi todo tipo. La gente me dice que ha sido útil, que han entrado al feminismo con ese libro.

A mí personalmente me ha dado muchas alegráis porque me lo ha agradecido mucha gente, y sobre todo a mí me resulta muy interesante que haya sido útil para mucha gente joven, porque cuando salió fue leído más bien por la generación que ya era militante, pero desde hace unos años es muy leído por gente muy joven, y eso es lo que a mí me permite tener muchos lazos con otras generaciones y pensar que sí ha sido útil. Me hace especial ilusión cuando alguien me pide que se lo firme y vienen los libros destrozados, subrayados, llenos de marcas, usados. Creo que sí ha sido útil para ponerse las gafas y conocer a muchas autoras y ordenarlas, leerlas con un contexto y también para generar una genealogía, saber cuánto han costado todos los derechos que tenemos ahora, generar esa conciencia en gente joven, saber que siempre hemos tenido mujeres muy valiosas y que buenas partes de las cosas que nos dice el machismo hoy son mentira. Cuando nos dicen «las cosas cambian poco a poco» podemos decir que no, que llevamos aquí desde el s.XV y nos ayuda mucho a desenmascarar al machismo que sigue ahí queriendo mantener sus privilegios.

 

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