Análisis publicitario: Almirón y los estereotipos y roles de género

Cada día nos sentimos bombardeados por gran cantidad de anuncios de todo tipo. Muchos de ellos provienen de la televisión, uno de los medios en los cuales los anuncios son más controlados por entidades como la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial. Sin embargo, parece que a veces este tipo de organismos no tienen en cuenta la reproducción de estereotipos o roles de género en los contenidos, tal y como vamos a ver a continuación.

En este caso, vamos a analizar el anuncio sobre leche de continuación Almirón, que se sirve de dichos roles y estereotipos para vender su producto.

En primer lugar, vemos como los protagonistas del anuncio son dos bebés cuyo sexo y género aparece claramente definido para el espectador, a través de diferentes aspectos:

Captura de pantalla (5)Aparece primero una niña, que en el futuro se nos presenta como una bailarina, una profesión a la que se le han asignado atributos como la fragilidad o la delicadeza, atributos que se les suponen a las mujeres en general. Emakunde establece que uno de los indicadores por los cuales un anuncio es sexista ocurre cuando “las mujeres aparecen con unas características de personalidad tópicamente femeninas”. Esto lo podemos ver también a través de los colores pastel y rosados, asociados normalmente al género femenino, que aparecen en la habitación de la niña.

Captura de pantalla (6)Por otra parte, al niño lo vemos primero como un matemático (inteligente) y, al final del spot, como un alpinista (fuerte, ganador). En las imágenes, le acompañan colores como el verde y el azul (también en su ropa), más asociados al género masculino.

Además, el eslogan del anuncio es “Porque su futuro empieza hoy”, dando a entender que el género y el futuro de ambos bebés está predefinido desde el inicio de sus vidas.

Por lo tanto, se trata de bebés a los cuales se les han asignado unos roles de género determinados y opuestos.

 

La mujer adulta que aparece en el anuncio también tiene asociado un rol muy definido: el reproductivo, el del ama de casa que cuida a sus hijos. Según uno de los indicadores del Instituto Vasco de la Mujer, un anuncio es sexista si “transmiten la idea de que las tareas domésticas y cuidado de las personas dependientes son casi exclusivas de las mujeres”, tal y como ocurre en el spot de Almirón.captura-de-pantalla-7.png

No aparece ninguna figura paterna dándole el biberón al bebé, sino que es siempre una mujer la que los alimenta. Es llamativo el hecho de que, además del bebé (y el hombre que será en el futuro), los únicos hombres que aparecen en el spot son los científicos, no apareciendo ninguna científica y, por tanto, reforzando que, mientras que la mujer debe encargarse de cuidar a su hijo en casa, el papel del hombre es trabajar y crear nuevas cosas. Es el hombre quien investiga para fabricar la leche, y la mujer quien alimenta a sus hijos; con respecto a esto, Emakunde establece que uno de los rasgos para que un spot sea sexista es que “las mujeres aparecen desempeñando profesiones o trabajos de menor relevancia social que los hombres (…)”.

En cuanto a la música que acompaña el anuncio – similar a una nana – y la voz en off, también son de una mujer, reforzando la idea de que cuidar a un bebé es tarea únicamente de las madres.

 

En la actualidad, nadie duda del gran espacio que la publicidad ocupa dentro de nuestras vidas. En un mundo tan globalizado, los mensajes publicitarios son enormemente amplificados por las nuevas tecnologías, recibimos una gran cantidad de ellos a lo largo del día, hasta el punto de que nos sentimos saturados. Todos estos mensajes pueden llegar a resultar muy influyentes dentro de la sociedad, por lo que hay que tener cuidado con lo que se anuncia y, sobre todo, cómo se anuncia.

Por desgracia, día tras día seguimos viendo que anuncios como éste – no sólo en televisión, sino en todos los medios – refuerzan los estereotipos de género que gran parte de la sociedad lucha por eliminar desde hace varias décadas. Son, en muchos casos, spots que se emiten en horario infantil puesto que, a priori, no son perjudiciales para los menores de edad.

Muchas de las marcas que se anuncian de esta forma, como es el caso de Almirón, no necesitan realmente “consolidar” este tipo de estándares, puesto que, seguramente, venderían lo mismo (o puede que incluso más) si fuera un padre quien le diera el biberón a su bebé o si la habitación de la niña fuera de color verde.

Volviendo a destacar la importancia que la publicidad tiene en el conjunto de nuestras vidas, es necesario que, tanto agencias como anunciantes y organismos públicos, asuman unas responsabilidades y velen para que se cumplan ciertos criterios con respecto a la igualdad de género, como los que recoge el Instituto Vasco de la Mujer.

 

También hemos analizados los anuncios de Atún Calvo.

 

Cristina Sánchez Díaz

@__Cristina24

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